miércoles, 3 de julio de 2013

´Los bebés hablan un idioma universal, veo diferencias en los padres´

"Hay estereotipos que estresan y pueden no ser realistas", advierte la educadora de padres

Diana González (Vigo, 1977), certificada «coach» de padres, familia y juventud del World Coach Institute, es miembro de la Academia Americana de la Medicina del Sueño.

Acostumbrada a tratar con niños por ser la mayor de casi treinta primos y con una brillante carrera dedicada a la dirección y a lagestión empresarial. Co
n un Máster en la New York University a sus espaldas y con experiencia laboral en firmas como Citigrroup, Wall Street Journal o Zara, afirma que se planteó qué hacer realmente con su vida.
Esta viguesa vio dar un vuelco a su vida a los 25 años a causa de un embarazo doble, y es que fueron las mismas enfermeras y médicos de la clínica donde dio a luz, quienes le animaron a convertir en realidad su actual empresa, «Smooth Parenting».
¿En qué fallan en general los padres?
En el tema del sueño y de la crianza en general, yo diría que tenemos un montón de ideas preconcebidas: debemos ser la madre perfecta, tener una buena imagen o incluso recuperar el peso a los dos meses de dar a luz, mantener al bebé impecable, que digas A y haga A... Y en realidad, hay un montón de estereotipos que no tienen nada que ver con el desarrollo normal de los niños ni con la realidad de ser padres. No hay padres ni madres perfectas, todos hacemos lo que podemos. Pero creo que intentar satisfacer esos estándares que pone la sociedad, tus amigos o la familia es un error porque conlleva mucho estrés. A lo mejor nos impiden ser los padres que queremos.
La maternidad llega hoy mucho más tarde. Digamos que el periodo de aprendizaje en más extendido ¿Se traduce en padres y madres más educados?
No es necesariamente una cuestión de formación. Entre las cosas que me sorprenden está el hecho de que, aunque en el resto de cuestiones te formas en la vida, para ser madre parece que tienes que nacer sabiendo. Hay gente a la que le viene de forma innata y a quien no. Hay cuestiones que no son instintivas; depende.
La cuestión de dormir es uno de los temas que más preocupan a los padres ¿Tiene realmente tanta importancia en los primeros años de vida del niño?
Es esencial. Sobre todo Sobre todo porque los niños en los dos primeros años de vida crecen, se desarrollan, aprenden... La hormona del crecimiento se libera durante el sueño y también se sedimenta la memoria. El sueño les afecta a todo, incluso en los hábitos alimenticios y aspectos conductuales. Yo aconsejo revisar las bases: buen sueño, buena alimentación, buen ejercicio y cariño. Ajustando el sueño, a veces se solucionan muchos problemas de conducta y comportamiento.
El sueño en esos primeros meses, ¿es importante para el resto de la vida?
Sí. No es que luego no se pueda cambiar, pero es más difícil cuanto más mayores somos. Yo siempre pongo mi ejemplo porque crecí con unos hábitos de sueño horribles. No he dormido bien hasta que tuve dos años; me tenían que llevar en coche para que me durmiese... Y crecí así. Las siestas las perdí muy pronto y recuerdo la hora de acostarme muy tarde. Por tanto, nunca tuve buenos hábitos de sueño, así que ahora de adulta, tengo el móvil lleno de alarmas; me suena el teléfono para irme a dormir. Me esfuerzo, pero es más difícil cambiarlo ahora.
«Mejor aprender a leer las señales del niño», dice, «que leer un libro». ¿Dónde están escritas estas señales?
Ser un buen padre, al final es ser un buen estudiante. Porque cada niño requiere aprender las señales de ese niño, que son distintas incluso entre hermanos. Él no puede hablar, pero si se comunica con nosotros. En vez de leer un libro que te diga: «los gestos típicos de sueño son: el niño se chupa el puño, se gira de un lado para otro, empieza a llorar...» Pues el tuyo, puede usar uno u otro. La mejor manera es ver de forma consistente cada día qué hace tu niño. Y siempre le digo a los padres primerizos que lo apunten aunque sea en un papel, porque al principio estás agotado y no vas a recordarlo. Tu niño es quien va a decirte cómo es él.
¿Los bebés hablan un lenguaje universal?Yo creo que sí. Encuentro más diferencias en los padres; en cómo nosotros hemos sido educados, que en los bebés. Por la cultura, en España o Sudamérica las familias están más acostumbradas a recurrir a los abuelos, para consejos o dejar a los niños, por ejemplo. Mientras en ciudades de EE UU recurren más a nannies o a expertos como yo. Veo más diferencias culturales en los padres.

Periódico el Levante.

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