Un tercio de las calorías que los niños consumen en la escuela, los locales de comida rápida y almacenes son "calorías vacías" cuya ingesta debería disminuir, señala un nuevo estudio.
"Aunque se sabe que las comidas rápidas son menos saludables, nuestro estudio halló que los alimentos que consumen los niños en almacenes y escuelas son similares en la cantidad de calorías vacías que aportan", indicó la autora principal, Jennifer M. Poti, estudiante de doctorado en epidemiología nutricional de la University of North Carolina.
Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses del 2010 recomiendan que no más del 8 al 19 por ciento de las calorías diarias que consumen niños y adultos sean "vacías", es decir, derivadas de azúcar agregado o grasa sólida (manteca, grasas de las carnes y aceites hidrogenados).
El azúcar agregado no incluye el azúcar natural de las frutas o la leche, según aclaró Poti, que explicó que esas grasas y azúcares les agregan a las comidas muchas calorías y pocos nutrientes. Consumir demasiadas calorías vacías provoca sobrepeso y obesidad.
El nuevo estudio, sobre la información de una encuesta nacional del 2010 a más de 3.000 niños de entre 2 y 18 años, estuvo orientado a analizar las calorías que se consumen de tres fuentes primarias: los almacenes o los quioscos, las escuelas y los restaurantes de comida rápida.
Un tercio de las calorías que cada niño consumía de esas fuentes eran "vacías".
El 33 por ciento de las calorías que aportaban los productos adquiridos en almacenes o quioscos derivaban de grasas y azúcares agregados. En los locales de comida rápida era el 35 por ciento y en las escuelas, el 32 por ciento.
La mayoría de los alimentos que consumían los niños provenía de almacenes o quioscos, de modo que ésa era la fuente que más calorías vacías totales les aportaba (unas 436 calorías diarias), según publica el equipo en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.
Las bebidas dulces y los postres derivados de harinas, como las tortas, aportaban grandes cantidades de calorías vacías en las tres fuentes primarias estudiadas. Lo mismo ocurría con la leche entera o al 2 por ciento de los quioscos o almacenes y la escuela.
Los alimentos de los almacenes tendían a incluir más azúcar y menos grasa, a la inversa de las comidas rápidas. La comida escolar estaba en el medio.
"El 20 por ciento de las pizzas y el 22 por ciento de la leche entera que consumen los niños proviene de las escuelas y el 72 por ciento de las bebidas dulces -como gaseosas, jugos frutales y deportivos o energizantes- que ingieren los niños provienen de los almacenes", comentó Poti.
Consideró que las estrategias para mejorar la calidad de la alimentación infantil deberían orientarse a esas tres fuentes primarias de productos y que deberían adaptarse a cada fuente.
"Los datos analizados se obtuvieron antes de la actualización por ley del 2010 de los estándares de los Programas Nacionales de Desayuno y Almuerzo Escolar", aclaró la autora, quien opinó que los resultados podrían ser un punto de partida para evaluar la efectividad de esas modificaciones recientes.
Las nuevas normas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos que se aplicaron en el 2012 permiten incluir sólo leches descremadas, como lo hacen las reglas propuestas para las máquinas expendedoras y otros puntos de venta que aún no se están aplicando, dijo Lindsey Turner, psicóloga de la salud e investigadora del Instituto para la Investigación y las Políticas de Salud de la University of Illinois, en Chicago.
FUENTE: Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, 6 de noviembre del 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario