Hasta los 7 o 8 meses, la capacidad de movimiento de los niños es bastante limitada: mueven las manos y las piernas e intentan alargar los brazos para atrapar cosas. A partir de esta edad, con el comienzo del gateo, les gusta tocarlo todo y sus habilidades mejoran día a día. Su afán por conocer el mundo que les rodea les llevará ameterse en la boca todo lo que encuentren a su alcance.
A partir de los 7/ 8 meses, los niños están en continuo movimiento, comenzando a gatear y andar por la casa. Su enorme curiosidad les llevará a convertirse en pequeños exploradores. De pronto, su mundo se ha ampliado, y ven la casa corno un gran patio de recreo lleno de diversión. En este período de su desarrollo, la seguridad del pequeño depende principalmente de vosotros, aunque no debéis sobre protegerlo. Elimina en la medida de lo posible los riesgos y peligros en tu hogar que puedan lesionar a tu bebé. Dosifica tu atención en función de su desarrollo y habilidades.
Evita los accidentes: más precaución con los bebés
En el baño. Antes de meter al niño en la bañera, controla la temperatura del agua con un termómetro, aunque se puede comprobar con el codo o la mano. Debe tener una temperatura agradable y moderada parecida a la temperatura corporal. Mantén todos aquellos productos tóxicos (colonias, lejías y cremas) y objetos cortantes (cuchillas de afeitar, corta uñas, cuchillos...) lejos de su alcance.
En la cocina. Es conveniente comprobar latemperatura del biberón depositando unas gotas en el dorso de la mano. Si el niño está en la cocina, es necesario que no se aproxime a la fuente de calor para evitar quemaduras y, sobre todo, que los mangos de las cacerolas y sartenes no sobresalgan. Ten cuidado con las bolsas de plástico, papel, etc..., a los niños les llama mucho a atención. Y si se las pone por la cabeza les podría provocar asfixia. Cuando utilices aparatos eléctricos (batidora, exprimidor, plancha...) ten cuidado para que el cable no cuelgue; al niño le gusta tirar de las cuerdas. Cuando termines de usar los aparatos eléctricos, desenchúfalos.
En el cambiador. A la hora de cambiarlo, ten todo lo necesario a mano y no abandones al bebé, pues se podría caer. Evita ponerle en la ropa lazos, imperdibles o botones en la parte delantera, ni cadenas largas para sujetar el chupete.
En la cuna. Cuando esté acostado debe permanecer boca a bajo o de lado con una almohada detrás. Mantén siempre esta postura después de las comidas. La cuna debe de cumplir una serie de características: los barrotes no tienen que tener una separación mayor a 8 cm., de forma que no quepa la cabeza del niño, y no utilizar almohadas.
En su habitación. Hasta los tres años, los niños tienen una tendencia natural a llevarse todo lo que ven a la boca. Observa que los objetos pequeños del tipo botones, canicas, piezas de juegos de construcción... no estén a su alcance.
En el salón. Los enchufes, ranuras y agujeros les llaman mucho la atención. Coloca protectores o esparadrapo en cada enchufe y comprueba que no podrá quitarlos. En invierno, es aconsejable que utilices radiadores y/o placas eléctricas. Si no es posible, ten cuidado para que vuestro hijo o hija no se acerque a los braseros y a las estufas de butano. Si tienes chimenea, protégela con una rejilla.
Un saludo.
Laura Pons.
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