Según la web vitónica (Alimentación, deporte y salud) los alimentos para bebés contienen mucha sal y azúcar. Si bien los alimentos tales como los potitos, los cereales para desayuno o los preparados en polvo para mezclar con agua entre otros, concentran sus nutrientes dentro de los márgenes que establece la directiva europea, tienen más sal y azúcar de los deseable y además, no cubren las necesidades nutricionales de los bebés.
Asimismo, no debemos olvidar que estos alimentos para bebés tienen un fin comercial que justifica el agregado de azúcar, aditivos y conservantes para alargar la vida útil del producto y hacerlos más apetecibles al paladar de los pequeños.
El 65% de los alimentos para bebés son dulces, y por ejemplo, los clásicos potitos de fruta contienen más azúcar que un puré de fruta que podemos elaborar en casa.
Además, los primeros alimentos que se ofrecen al bebé pueden condicionar su gusto a futuro, es decir, si ofrecemos alimentos comerciales con mucha sal y azúcar, es probable que el niño se acostumbre a consumir mucha más azúcar y sodio y desarrolle hábitos en función de ello.
Por eso, para cuidar la salud futura de los pequeños, podemos hacer uso de los alimentos comerciales para bebés sólo con moderación, no de forma habitual ni como único alimento, sino que siempre es mejor preferir alimentos naturales y caseros y reducir los procesados en la dieta de los bebés, como ya hemos recomendado.
Sin duda, las opciones comerciales de alimentos para bebés no son la alternativa más saludable para incorporar a la dieta de los más pequeños de la familia, ni en Reino Unido ni en ningún otro país.
Tenerlo siempre en cuenta.
Un abrazo,
Laura Pons.
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