jueves, 15 de agosto de 2013

La Asociación Oncológica devuelve la sonrisa a los niños con cáncer

Los menores ingresados en la planta de oncología del hospital Materno Infantil disfrutan de unas horas de respiro gracias a los voluntarios de AOEx.


Cuando a una familia le dan la fatídica noticia de que su hijo tiene cáncer, la vida le cambia en cuestión de segundos. El hospital se convierte en su hogar. Es más, «para ellos es como si las habitaciones fueran sus casas», explica María Manzanedo, coordinadora de voluntariado de oncología infantil dentro de la Asociación Oncológica de Extremadura (AOEx).
Pero esto no sólo trastorna a los padres, también la autoestima del niño se ve gravemente afectada. «Cuando los niños llevan mucho tiempo dentro del hospital van perdiendo la ilusión y la alegría», insiste.
Para que los niños vuelvan a recuperar la sonrisa y se olviden de dónde están, aunque sea por unas horas, la AOEx lleva a cabo diferentes programas de animación a lo largo del año, tanto dentro como fuera del Materno.
«Nosotros en el hospital acabamos ahora en agosto, pero volvemos otra vez en marzo. Nos vamos turnando con otra asociación pero los niños no se queden nunca sin voluntarios», comenta la coordinadora del programa.
De lunes a sábado, y también algunos domingos, desde las 18.30 a las 20.00 horas, los voluntarios se reparten por las diferentes habitaciones para llenar de alegría y diversión la estancia de estos niños.
Estos voluntarios no descansan ni en verano y actualmente están trabajando para que los chicos que tengan que pasar las vacaciones dentro del hospital vivan su ingreso de la forma más amena posible.
Normalmente estas actividades de animación se realizan individualmente dentro de cada habitación. «Hay veces que reunimos a todos los niños de la planta en una sala de juegos que hay en la quinta planta del hospital Materno Infantil, pero eso solo ocurre cuando los médicos les dan permiso para que puedan salir de las habitaciones», explica la coordinadora de la asociación.
«Los padres no encuentran palabras para agradecernos lo que hacemos por ellos, constantemente nos dan las gracias porque conseguimos que los niños se olviden del lugar en el que están por unas horas. Y queremos que siga llevándose a cabo año tras año», comenta María Manzanedo.
Dentro de este proyecto, el objetivo principal es ofrecer una atención integral a niños durante el tratamiento para ayudarles durante el tiempo de ingreso e intentar reducir la ansiedad y los trastornos emocionales, favorecer las relaciones con otros chicos hospitalizados con la misma enfermedad y acompañarlos durante los momentos que está separado de sus progenitores.
Como una labor especialmente innovadora y diferente, este año se les ofrece un espectáculo de animación. «Voluntarios veteranos han organizado tres grupos, de seis personas cada uno, y han ido por todas las habitaciones del hospital cantando canciones, realizando concursos y haciendo manualidades. En esta ocasión quisimos que no sólo disfrutaran de esta iniciativa los niños enfermos de cáncer sino todos los chicos que están pasando sus vacaciones ingresados», comenta María.
El programa ha podido ampliarse porque durante el verano hay menos niños en oncología y se puede llegar a otras plantas.
AOEx también ha realizado un concurso de pintura con el lema 'Expresaré, pintándote', que tiene la intención de que todos los niños, ingresados o no, expresen sus sentimientos a través de la pintura. Para elegir a los ganadores habrá un jurado formado con personas de la asociación. Al niño ganador se le hará entrega como premio de un MP5.
La coordinadora de esta asociación también ha querido destacar la labor totalmente altruista que ha tenido la empresa de animación Dálmata.
«Recorrieron todas las habitaciones de este hospital con la intención de despertar el entusiasmo y la ilusión de los más pequeños, algo que consiguieron con creces», confirma Manzanedo, que solo tiene palabras de agradecimiento para esta empresa.
Voluntariado muy preparado

Actualmente son 25 personas las que están colaborando con esta asociación como voluntarios. Para ello, se precisa tener formación universitaria y estar apto psicológicamente para afrontar las diferentes situaciones que se pueden llegar a encontrar.
Cuando se posee este perfil, se deben realizar varios cursos de formación, paso previo a la realización del voluntariado. «Durante el tiempo que están desempeñando esta labor tienen reuniones cada 15 días para ver cómo se sienten y cómo están afrontando las diferentes situaciones difíciles que se encuentren con los niños», concluye María Manzanedo.

Hoy.es

¡UN MILLÓN DE GRACIAS A LA ASOCIACIÓN ONCOLÓGICA Y A MUCHAS OTRAS , QUE DIBUJAN UNA SONRISA EN CADA NIÑO ENFERMO!
Laura Pons.

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