Como mencionamos en los anteriores apartados existen diversas causas que pueden producir serios inconvenientes en el desarrollo físico de los niños, originando problemas ortopédicos que en general requieren de un tratamiento temprano.
En este artículo te contamos cuáles son las características de dos de las afecciones más comunes durante los primeros años de vida de los niños, y te acercamos algunos detalles acerca de los diversos tratamientos para dichas alteraciones físicas.
Tortícolis congénita
La tortícolis congénita suele estar originada por ciertos problemas relacionados a la posición que el feto ha adoptado dentro del útero materno durante todo el embarazo. Estas malas posturas pueden llegar a ocasionar severas contracturas musculares en la zona del cuello del bebé, que harán que al nacer el pequeño presente una postura fija, en la que por lo general inclinará sucabeza siempre hacia un lado.
En algunos casos, la sobre carga de peso sobre dicha zona del cuello ocasionará la aparición de un bulto duro, e incluso puede provocar diversas asimetrías en la estructura del formato del rostro y la cabeza del niño.
Los especialistas recomiendan realizar un tratamiento a base de ejercicios de estiramiento diarios, que permitan mejorar la actividad del músculo afectado. De todas formas, las deformidades que se producen en el rostro y el cráneo del niño, por lo general desaparecen espontáneamente a partir del año de vida, e incluso pueden llegar a tardar 18 meses en desaparecer por completo.
En las minoría de los casos, cuando la tortícolis congénita es muy severa, el especialista suele recurrir al tratamiento quirúrgico para corregir la alteración.
Codo de niñera
El llamado coloquialmente codo de niñera, denominado en medicina como pronación dolorosa, se origina a raíz de un determinado accidente doméstico, es decir que no responde a causas congénitas ni a malformaciones de nacimiento.
El codo de niñera suele aparecer en niños de entre 2 a 5 años, y su causa se debe a una mala postura para alzar al pequeño, precisamente cuando los adultos lo levantan de forma brusca tomándolos de las muñecas.
Esta acción provoca una luxación en la base del codo del bebé, que ocasiona que el pequeño presente inmediatamente una inmovilidad en el brazo, dejándolo en posición extendida, pegado al cuerpo y con la palma de la mano hacia detrás. Debido a que experimenta dolor, el niño se rehusará a mover el brazo o coger objetos con la mano afectada.
Cuando se produce una luxación en el codo, se debe llevar a cabo de forma rápida la reducción de dicha luxación, es decir volver a colocar el hueso en su posición habitual, e inmediatamente el niño recuperará la movilidad en el brazo sin experimentar dolor alguno.
Cabe destacar que luego del primer episodio de luxación del codo, el bebé será propenso a sufrir otros, por lo que se recomienda a los adultos evitar los juegos que impliquen tomar al niño de las muñecas, para prevenir que nuevamente se luxe la base del codo.
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