Hoy se recomienda reposo total sólo en casos puntuales, ya que existen pruebas de que hasta puede ser contraproducente.
Durante décadas, la principal recomendación de los médicos a las mujeres que cursaban embarazos de riesgo ha sido el reposo total. Sin importar la causa que pudiera amenazar su salud o la del bebé, se mandaba inexorablemente a las embarazadas a guardar cama hasta el momento del parto. Porque si bien no había pruebas de que esto sirviera en todos los casos, se creía que al menos no iba a hacerles mal. Sin embargo a la vista de nuevas evidencias, ese criterio está empezando a quedar en el pasado.
Y es que aun cuando la indicación de guardar cama está lejos de caer en desuso, lo cierto es que cada vez más médicos tienden a aplicarla sólo a situaciones de riesgo puntuales porque saben que hasta puede resultar perjudicial. Este cambio de criterio que ha empezado a instalarse entre los obstetras se convirtió en el tema central de una de las publicaciones más prestigiosas de su especialidad.
En su editorial de mayo pasado, la revista “Obstetrics and Gynecology” calificó como una falta de ética pedir a todas las mujeres con embarazos de riesgo pasar su reposo literalmente en la cama. Y volvió a subrayar este punto de vista en su edición siguiente con un artículo titulado “’Es hora de poner a descansar el reposo total’.
Tal como menciona el autor del artículo, el doctor Joseph Biggio, investigador de la Universidad de Alabama, la indicación de guardar cama para todos los casos “se incorporó a la práctica clínica sin que hubiera habido una evidencia científica detrás. Se tenía la percepción de que hacer algo era mejor que no hacer nada. Así, muchos médicos pensaban ‘qué daño puede hacer’ y lo recomendaban ante cualquier tipo de complicación de la gestación”.
Pero recomendar reposo total por las dudas no sólo puede no ser beneficioso, sino que en algunos casos hasta resultaría claramente perjudicial.
“Muchos médicos pensaban ‘qué daño puede hacer’ y lo recomendaban ante cualquier tipo de complicación durante la gestación”
Como demuestran distintos estudios realizados a lo largo de la última década, el reposo prolongado en cama se asocia con una mayor incidencia de enfermedad tromboembólica, atrofia muscular, descompensación cardiovascular, desmineralización ósea, intolerancia a la glucosa, estreñimiento, cefalea, mareos, fatiga, depresión y cuadros de ansiedad entre otros posibles trastornos sufridos por las futuras mamás.
REPOSO SI; CAMA NO SIEMPRE
“La medicina basada en la evidencia dio un vuelco a muchos supuestos que venían pasando de generación en generación sin un sustento científico detrás, como la creencia de que el reposo total en los embarazos de riesgo es siempre lo mejor, reconoce el doctor Rubén Neme, médico del Servicio de Obstetricia del Hospital Italiano de nuestra ciudad.
“Existen indicaciones puntuales de reposo en la mujer embarazada, la mayoría de las cuales requieren internación, lo cual será determinado por el médico de cabecera de acuerdo a su necesidad. Entre esas situaciones se encuentran el diagnóstico de hemorragia durante el embarazo, el retardo de crecimiento intrauterino, la amenaza de parto prematuro, la preeclampsia, la diabetes no compensada metabólicamente, y la rotura prematura de membranas ovulares”, detalla el médico.
“Pero hay otras indicaciones que se siguen realizando, y de las cuales no existe suficiente información para justificar el reposo en cama, como ser para prevenir el riesgo de aborto espontáneo, prevenir el parto prematuro, o como tratamiento en mujeres con hipertensión gestacional”, comenta Neme.
En estos casos, agrega, “hoy se recomienda simplemente no hacer esfuerzos ni caminar mucho, pero se trata de evitar la cama porque se sabe que puede causar trastornos tanto físicos como psicológicos en las futuras mamás”.
Periódico EL DIA
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