Actualizado 1 julio 2013
Patricia E. Ferrer
Noruega es uno de los países del mundo con menor tasa de mortalidad infantil. A juicio de los expertos esta meta ha sido posible gracias a las ayudas que concede el Estado a las nuevas familias, como las cajas de cartón que las embarazadas han recibido durante estos últimos 75 años con ropa, sábanas y juguetes, que a su vez puede ser empleada como cama. Se trata de una tradición de los años 30, cuyo objetivo es que los bebés finlandeses comiencen una nueva vida desde el mismo punto de partida, en condiciones equitativas, sin tener en cuenta la clase social a la que pertenecen. A esta caja de cartón se la conoce como ‘paquete de maternidad’, según narra la BBC inglesa, y es un regalo del Gobierno que está disponible para todas aquellas mujeres encinta. Contiene monitos, sacos de dormir, ropa para el aire libre, productos para el baño, así como pañales y un colchón pequeño. Con el colchón en el fondo, la caja se convierte en la primera cama o cuna del bebé. Muchos niños tienen su primera siesta dentro la seguridad que brindan las paredes de cartón. Las madres pueden escoger entre tomar la caja o recibir efectivo, pero el 95% opta por la caja, pues su valor es mucho mayor.
Esta tradición nació en 1938
y al principio estaba destinada únicamente para familias de bajos recursos, aunque esta
situación cambió en los 50. "No sólo fue ofrecido a todas las futuras
madres, sino que la nueva legislación también significó que, para obtener la
caja, tenían que visitar a un médico y una clínica pública prenatal antes de los
cuatro meses de embarazo", cuenta Heidi Liesivesi, quien trabaja en Kela,
la institución de seguridad social finlandesa. La caja les daba a las madres lo
que necesitaban para cuidar a sus bebés, pero también ayudaba a guiar a las
mujeres hacia los brazos de los profesionales de la salud del Estado de
bienestar naciente de Finlandia. En el país nórdico, el índice de mortalidad
por nacimientos ha bajado de más de 70 por cada mil bebés a menos de cinco. En
los años 30, el país nórdico era muy pobre y la mortalidad infantil era alta,
con 65 muertes por cada mil nacimientos. Pero estos datos mejoraron rápidamente
en las décadas siguientes. Con 75 años,
la caja está ahora institucionalizada en Finlandia como la transición
hacia la maternidad, algo que une a varias generaciones de mujeres.
El contenido de la caja ha
cambiado bastante con el paso de los años. Durante las décadas del 30 y del 40,
tenían telas porque las madres estaban acostumbradas a confeccionar ropa de
bebés. Pero durante la Segunda Guerra Mundial, el algodón y los tejidos eran
requeridos por el Ministerio de Defensa, así que en las cajas había sábanas de
papel y un cobertor de tela. En los años 50 hubo un incremento de la ropa
fabricada, y en los 60 y 70 la indumentaria incorporó nuevas telas elásticas.
El saco de dormir apareció en 1968, y al año siguiente hubo pañales desechables
por primera vez. Pero no por mucho tiempo. Con la llegada del nuevo siglo,
retiraron los pañales desechables y regresaron los de tela, cumpliendo con
lineamientos de protección del medio ambiente. Motivar una buena maternidad y
paternidad siempre ha sido parte de la política de la caja. Además, en
determinado momento, las botellas de bebés (biberones o teteros) y los chupetes
o chupones fueron retirados para promover la lactancia materna.
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