- Tomar más de tres productos o raciones de lácteos al día, como la leche y los derivados de ésta.
- Preguntar a los menores que deben tomar. En este apartado me gustaría destacar que debemos preguntar en parte a los niñ@s que quieren comer siempre y cuando tengamos claro lo que queremos que coman. No debemos decirle: ¿Qué te apetece comer? Ya que esta pregunta abarca una grande posibilidad de respuestas. Lo mejor es si estas entre darle por ejemplo, manzana o plátano. Preguntarle: ¿Que fruta prefieres la manzana o el plátano? Así estas conduciéndole a que te responda plátano o manzana.Realizando esto estas ayudando a que él se sienta independiente a la hora de elegir su comida, pero en realidad tu estas dirigiendo esa autonomía a lo que tu quieres o prefieres que el coma.
- Sustituir la fruta por zumos envasados. Este es un error que los padres tendemos a cometer por comodidad. No digo que eliminemos los zumos sino que los restrinjamos solamente a aquellas ocasiones que estamos fuera de casa como en el recreo o por la tarde en el parque, ya que reconozco que nos proporcionan comodidad a la hora de utilizarlos. Pero cuando estemos en casa debemos proporcionarles frutas y no sustituir éstas por los zumos, ya que la fruta en sí, tiene más vitaminas, fibras y energía que los zumos envasados.
- Abusar de cereales azucarados y/o bollerías para el desayuno.
- Meriendas blandas a base de pan de molde o bollería. Es preferible cambiar el pan de molde por bocadillos de pan normal y la bollería por trozos de frutas. Se que es difícil ya que ellos casi siempre prefieren bollerías a las frutas, pero si sabemos preparar las frutas les encantarán. (Podéis ver otras entradas en las cuales os explico como preparar la fruta para que resulte atractiva y divertida)
Espero haberos ayudado.
Laura Pons.
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